Por Gustavo Cucuzza | Para LA NACION
Steve Jobs |
Mientras esto ocurre en el mundo, el Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires no tiene previsto incorporar la informática como materia en la llamada Nueva Escuela Secundaria (NES).
Así es: el proyecto de la NESC (Nueva Escuela Secundaria de Calidad) no contempla entre sus materias la informática, y determina que los actuales profesores de la asignatura deberán optar por una de estas dos posibilidades: convertirse en "facilitadores pedagógicos digitales", que trabajarán en pareja con los profesores de las distintas materias para ayudarlos a utilizar las herramientas TIC (tecnologías de la información y la comunicación) en la enseñanza de su disciplina, o realizar una "reconversión" para ser profesores de educación tecnológica, una asignatura que sí existe en la NES, pero que en su propuesta central no nombra ni siquiera una vez las palabras informática o computación.
¿Cómo justifican las autoridades porteñas la eliminación de la informática como materia? En realidad, no se está eliminando, porque nunca existió. Como los planes de estudio tienen más de 50 años, lo que hicieron en su momento las escuelas -con la autorización del Ministerio de Educación- fue nombrar a docentes de informática en espacios que se fueron "reconvirtiendo": taller de práctica de oficina, mecanografía, tecnología, enseñanza práctica, entre otras. Resulta entonces inexplicable que en este momento, cuando se podrían realizar las reformas necesarias para que la informática dejara de estar "camuflada" dentro de otros espacios, se decida no incluirla.
En la Nueva Escuela Secundaria, la informática es tenida en cuenta para otorgar uno de los títulos de las diez orientaciones, bachiller en informática, pero no se la considera como materia de la formación general para las demás. Esto significa que sólo los alumnos que elijan esa orientación aprenderán, por ejemplo, a buscar y seleccionar información en Internet o a usar un procesador de texto. Éstos son sólo algunos de los contenidos básicos que consideramos que deberían ser aprendidos por todos los alumnos del secundario (sumemos a la lista los cuidados que hay que tener al navegar en la Web y en las redes sociales, el análisis básico de los componentes de una computadora, las diferencias entre software libre y software privativo, el análisis y el aprendizaje para el uso inteligente de las herramientas TIC, programación).
Con mi colega Ricardo Leithner analizamos en un documento colaborativo los contenidos del bachillerato en informática y se lo presentamos a la directora de Planeamiento Educativo del Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires, considerando que un gran porcentaje de estos contenidos deberían aprenderlos todos los alumnos de la secundaria y no sólo los que elijan esa orientación.
En otro documento, junto con Marisa Conde, hicimos una propuesta integral sobre cómo consideramos que deberían enseñarse la informática y las ciencias de la computación en la escuela, con un análisis de lo que deberían abarcar y del personal necesario para hacerlo. Esto incluye a los profesores de informática para enseñar los contenidos específicos, a los facilitadores digitales para acompañar a los demás docentes en la incorporación de las netbooks como herramientas para la enseñanza de sus asignaturas y a un responsable técnico por escuela. No hay una contradicción entre la informática como disciplina con un espacio propio y el uso de las TIC en las distintas materias. Está claro que la informática es una disciplina y que la herramienta transversal que se debe usar en las demás asignaturas es la computadora.
Una de las respuestas de las autoridades es que cada escuela decida si quiere usar los espacios de opción institucional para dar contenidos de informática. El problema con esto es que en las escuelas que no lo hicieran los chicos se perderían de aprender contenidos que son fundamentales para su desempeño escolar y su futuro laboral.
Tampoco acordamos con que los profesores de informática "nos transformemos" en facilitadores pedagógicos digitales, ya que esto implicaría acompañar a los docentes de las distintas materias en la enseñanza de sus contenidos usando las TIC como herramienta transversal. Y eso no es enseñar informática, sino enseñar los contenidos de otra materia utilizando las TIC. La informática tiene contenidos propios que necesitan ser desarrollados en un espacio curricular específico, donde los conocimientos puedan ser adquiridos en forma sistemática y gradual, no esporádicamente y atados a los que se ven en otra asignatura.
Por todo esto, los profesores del área, con el apoyo de colegas de las demás asignaturas, propusimos en cada jornada de debate de la Nueva Escuela Secundaria que se tenga en cuenta la opinión de los docentes y de las escuelas, para que la informática tenga su propio espacio curricular en todas las orientaciones de la NES.
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